Los principales fabricantes de motor de Japón sintieron la presión de la crisis de Volkswagen y registraron pérdidas significativas en la Bolsa de Tokio, después de tres jornadas festivas.
En la primera sesión desde que saliera a la luz el escándalo de Volkswagen por el fraude de las emisiones de sus automóviles diésel, los fabricantes japoneses se situaron en números rojos por el temor de los inversores a un contagio en la industria del motor.
Suzuki, que ha mantenido durante años un alianza con la compañía alemana, fue la más afectada y se dejó más de un 4%, mientras Nissan y Honda cayeron un 2.5% y un 2.95%, respectivamente.
En el caso de Toyota, que se disputa con Volkswagen el liderazgo mundial del sector, la caída fue un poco más leve y se dejó un 1.85%.
Volkswagen, que entre el lunes y el martes perdió una tercera parte de su capitalización bursátil, recuperó parte de esas pérdidas al subir un 5%.
Tras el escándalo por la manipulación de las emisiones de gases contaminantes en sus vehículos diésel, el presidente de Volkswagen, Martin Winterkorn, dimitió.
