Las ejecuciones se producen en medio de una campaña gubernamental para acabar con la corrupción y recuperar la credibilidad de sus líderes que ha llevado a la detención de 22 mil 900 sospechosos de enero a julio de 2004, entre ellos mil 767 funcionarios de rango medio y alto.
Uno de los ejecutados, Wang Liming, era un antiguo responsable de la contabilidad del estatal China Construction Bank en la provincia de Henan, donde robó con ayuda de su cómplice, Maiao Ping, también ejecutado, unos 2.4 millones de dólares mediante documentación falsificada.
Otro empleado del mismo banco, Wang Xiang, fue ejecutado por robar 20 millones de yuanes (2.4 millones de dólares) en otro caso no relacionado con el anterior.
Liang Shihan, responsable del Banco de China en la ciudad de Zhuhai, de la próspera provincia meridional de Cantón, donde robó 10.3 millones de dólares, fue también ejecutado.
Tanto el China Construction Bank como el Banco de China tienen previsto lanzar sus primeras ofertas públicas de acciones por 10 mil millones y 4 mil millones de dólares, respectivamente, el próximo año.
El Gobierno inyectó a ambos bancos el año pasado un total de 45 mil millones de dólares como parte de una reforma del sector y para prepararlos para ofertas públicas.
Otro alto empleado del Banco de China en Hong Kong, Liu Jinbao, fue detenido en febrero por corrupción, mientras que en diciembre de 2003 Wang Xuebing, antiguo dirigente del Construction Bank, fue sentenciado a 12 años de prisión por aceptar sobornos.
Las autoridades chinas reconocieron en marzo que los tribunales de justicia dictan cada año más de 10 mil ejecuciones, cinco veces más que el resto del mundo.