"Los países son libres y soberanos en la medida en que producen su propia comida", ese es el lema que ha guiado la vida de Virgilio Athanasiadis, un educador y productor con más de 30 años de experiencia en el sector agroindustrial de la provincia de Veraguas.
Con 56 años a sus espaldas y una sólida familia de la que sus primeros vástagos ya comparten toda la administración de la empresa, Athanasiadis asegura que se siente muy feliz y satisfecho con lo que Dios le ha permitido lograr hasta el momento, porque puede ayudar a la producción del país.
Virgilio Athanasiadis inició sus labores agropecuarias en 1972, cuando estableció su primer negocio Carnes de Veraguas, que consistía en el transporte de productos cárnicos en camiones refrigerados desde Santiago de Veraguas hacia la ciudad capital.
Aún le parece un sueño que haya logrado desarrollar un emporio agroindustrial con solidez económica en más de 30 años.
Virgilio recuerda que luego de graduarse como maestro de primaria en la Escuela Normal Juan Demóstenes Arosemena en 1968, inició sus estudios universitarios en la Facultad de Agronomía, en la que hizo un año de estudios. Sin embargo, por el golpe de Estado que se dio ese año, la facultad fue cerrada y tuvo que abandonar la carrera.
Como tenía su profesión de educador, se fue a un lugar conocido como Lovaina de Las Palmas, donde trabajó dos años como maestro de enseñanza primaria. Esta fue su primera experiencia laboral.
Pasados los años, logra desde 1972 abrirse paso de forma exitosa y hasta el momento ha logrado crear una gran cantidad de empresas dentro del sector agroindustrial que producen comida para los panameños.
Por ejemplo, en el sector ganadero tiene la empresa Ganadera Stefhani, con sementales de cría y carne, con especies Simenthal y Brahman. Todo el ganado se encuentra en diferentes fincas, en la provincia de Veraguas.
En el rubro arroz, tiene Industrias del Rosario y ATHASA, con cultivos del grano bajo fangueo.
También en la porcinocultura ha logrado desarrollar con éxito la empresa Porcinos de Veraguas, S.A., en la que diariamente comercializa una gran cantidad de carne hacia diferentes mercados a nivel nacional. Además, su actividad más fuerte es la producción y comercialización de aves, por lo que todo se canaliza a través de la empresa Avícola Grecia, S.A. En el proceso industrial de los granos, tiene la empresa Molino Veraguas, sede de los grandes silos de almacenamiento de diferentes granos, especialmente arroz, sorgo y otros.
Virgilio tiene una empresa sólida de equipo pesado, denominada Equipos y Transportes Don Villo, S.A., ubicada en la ciudad de Santiago.
En los últimos años ha desarrollado la industria del procesamiento de alimentos peletizado, para animales como ganado bovino, porcino, aves y camarones, entre otros. Esta empresa se llama Raciones Gretta, S.A.
Pero una de las actividades a las cuales Virgilio le dedica bastante tiempo es a la producción de camarones en estanques, y por eso tiene la empresa Productos del Mar, con sede en la provincia de Coclé, y Camaroneras Isla La Corosita, S.A., ubicada en el distrito de Las Palmas, en la provincia de Veraguas.
Todas estas empresas y rubros se aglutinan en lo que ha denominado Grupo Athanasiadis, S.A., cuyo eslogan es: "Los países son libres y soberanos en la medida en que producen su propia comida".
Durante todo el año, el Grupo Athanasiadis, S.A. genera alrededor de 460 empleos, beneficiando a personas de las provincias de Coclé, Chiriquí y Veraguas.
Pero no solo eso, Virgilio tiene la responsabilidad de brindar alimentación a siete escuelas primarias, beneficiando a unos 2 mil 400 niños durante los nueve meses del período escolar. Entre las escuelas están: Rubén Darío, El Forestal, Cañacillas Arrriba y El Espino, en Canto del Llano. Además, la de San Martín de Porres, en el corregimiento del mismo nombre.
Desde hace varios años, apoya el asilo de ancianos San Juan de Dios y a Nutre Hogar en la ciudad de Santiago. Colabora con 62 proyectos de ceba de pollos en diferentes escuelas rurales de Veraguas.
Virgilio Athanasiadis distingue a sus empresas al otorgarles incentivos de producción a todos los empleados, lo cual lo llena de satisfacción, pues, en su opinión, es una manera de retribuir a quienes día a día apoyan su exitosa labor empresarial.
