Tras varios años de conflicto social generado por la instalación de una hidroeléctrica, la empresa Hidro Santa Cruz, de capitales españoles, anunció que se retira de Guatemala.
Desde su inicio el proyecto hidroeléctrico fue duramente criticado por las comunidades donde pretendía instalarse. Argumentaron que iba a provocar contaminación ambiental, que la construcción de una represa en el río Canbalam evitaría su cauce natural y que la población no fue consultada.
En un “campo pagado” publicado en medios de comunicación, la empresa dijo que renunció a “los derechos otorgados por el Estado de Guatemala asociados al Proyecto Canbalam” ubicado en el municipio de Santa Cruz Barillas del departamento de Huehuetenango en la región oeste de Guatemala.
Destacó que el proyecto “por razones diversas, no ha adquirido la aceptación de una parte significativa de los habitantes del territorio en que pretendían instalarse”.
