En ese instante, los demás niños olvidan por un momento el dulce, la piñata y los juegos, para concentrar toda su atención en la presentación del grupo de teatro y títeres "Cataplum".
Mientras el pájaro Pancho, Rosita, Juanito, y los demás personajes se apoderan de la escena, Carlitos piensa que ese ha sido el mejor cumpleaños que ha pasado en sus ocho años de vida. ¡Nunca se había divertido tanto!
Detrás del telón, discretamente, están Eligar Rey y Juan Ramón Jiménez, dos jóvenes empresarios que, rompiendo los esquemas tradicionales, incursionaron en el negocio de brindar alegría y diversión a los niños.
Han pasado ocho años y ahora "Cataplum" no solo anima fiestas infantiles, sino también eventos privados, lanzamiento de productos y fiestas particulares. Se especializan en hacer realidad cualquier idea loca que se le ocurra a una agencia publicitaria.
"Nos han pedido las cosas más extrañas que a alguien se le puedan ocurrir. Cuando una publicitaria tenía una idea y no tenía quién la ejecutara, ahí estaba "Cataplum". Y si no lo tenemos lo inventamos", comenta Eligar Rey, uno de los propietarios del grupo.
Muchos niños y jóvenes que hoy son adultos, crecieron, jugaron y rieron con los títeres de "Cataplum" y su legendario personaje "Pirulí", quien era el presentador de las obras infantiles. Eligar, de 25 años de edad, y Juan Ramón de 36, fueron parte de ese staff , allá por los años 80, cuando todavía eran unos adolescentes.
Cuando Miriam Augusto, fundadora del grupo, decidió mudarse definitivamente a su natal Brasil, "Cataplum" estuvo a punto de desaparecer.
En 1998, Eligar y Juan Ramón tomaron la decisión que cambiaría sus vidas por completo y los llevaría a ser "empresarios del espectáculo". Reunieron todo el capital que tenían y compraron "Cataplum" por tres mil dólares.
"Se lo compramos a la persona que lo había heredado de Miriam. Pero realmente en aquel momento ya no quedaba mucho de "Cataplum": un nombre, un número de teléfono, un par de títeres viejos, un amplificador antiguo, unos cuantos disfraces y un teatrino viejo (donde se ponen los títeres)", recuerda Eligar.
"Queríamos que Cataplum sobreviviera, porque Miriam siempre decía que ese era su legado. Tuvimos que trabajar muy duro", comenta por su parte Juan Ramón Jiménez.
El "relanzamiento de Cataplum" involucró mucho trabajo y sacrificio. Eligar y Juan Ramón apenas estaban en la universidad, no tenían carro ni un lugar fijo para guardar los títeres y equipos.
Alquilaban taxis para transportar las cosas, los payasos se tenían que movilizar en bus y cuando llovía era una verdadera tragedia con el maquillaje de los personajes. Habían pocos disfraces y a veces fallaba el sonido.
Y aunque al principio el negocio no daba para vivir, poco a poco las cosas fueron mejorando y actualmente Juan Ramón y Eligar se dedican a tiempo completo a "Cataplum".
"Todo lo que tenemos ahora ha venido de las ganancias del propio grupo, las inversiones se han hecho poco a poco. Trabajando, ahorrando, invirtiendo, explica Eligar.
Ellos mismos hacen los títeres, componen las canciones, escriben los guiones de las obras infantiles y se encargan de la publicidad y promoción del grupo.
Según las necesidades de cada presentación, "Cataplum" contrata a jóvenes artistas a quienes ellos mismos han entrenado para ser payasos, zanqueros (muchachos en zancos), lanzafuegos, bailarinas, malabaristas, titiriteros, etc. Se les paga por servicios profesionales por cada evento al que asisten.
Para trabajar con "Cataplum", lo más importante es querer a los niños, aunque también hay que tener la capacidad de improvisar, variar la voz para representar diferentes personajes y sobre todo "no tener pena".
En estos años, Eligar y Juan Ramón han descubierto que muchos niños y jóvenes panameños tienen grandes talentos escondidos. "Lo que sucede es que a veces los padres no los motivan a desarrollar y explorar su verdadera vocación artística", sostienen.
A corto plazo, "Cataplum" no se quedará con las manos cruzadas y han decidido entrar en una nueva faceta del "negocio del espectáculo": la música para niños. Ya grabaron un cd con letras inéditas que ellos mismos escribieron junto con el arreglista Aníbal Muñoz.
También tienen entre manos un proyecto para producir un programa de televisión, lanzar obras de teatro infantil escritas por "Cataplum", así como exposiciones de arte popular y de jóvenes, a través del nuevo concepto "Cataplum Extreme".

