PEKIN, China (EFE). Las empresas textiles deportivas extranjeras triplicarán el próximo año su presencia en China, con el objetivo de afianzarse en el mercado asiático ante los Juegos Olímpicos que se celebrarán en Pekín en 2008.
La japonesa Descente triplicará el número de sus puntos de venta de ropa deportiva en el gigante asiático, por lo que pasará de sus 32 establecimientos actuales a 89 en 2005 como parte de la estrategia de promocionar la calidad de los productos japoneses.
"La fabricación japonesa está considerada en China de categoría, por lo que aumentar los precios es una buena estrategia de ventas", aseguró un responsable de la compañía en China.
Las camisetas que Descente vende en Japón por 93 dólares alcanzan en China los 140 dólares por unidad.
Las marcas textiles extranjeras -ropa deportiva y moda- adoptan en China la estrategia de aumentar sus precios como sinónimo de calidad, ya que su cliente potencial pertenece a la emergente clase media, para quienes lucir esas marcas es un símbolo de estatus social.
Descente, que prevé que su volumen de ventas en China alcanzará en 2005 los 28 millones de dólares, es la mayor empresa de textil deportivo en Japón y tiene previsto desembarcar en el mercado chino con su línea Munsingwear de ropa para golf y con la marca Arena de natación.
Hace dos semanas, la empresa estadounidense de calzado deportivo New Balance anunció que en 2004 abrirá 70 locales comerciales en Pekín y Shanghai, después de que durante más de una década cerrara sus negocios en China debido a las falsificaciones.
Con la reapertura de sus negocios, New Balance aspira a convertirse en la segunda marca de calzado deportivo para los Juegos Olímpicos de 2008, por detrás de Nike.
La también japonesa Mizuno, que en la actualidad cuenta con 265 distribuidoras en China, superó en 10 millones de dólares sus ventas en 2003, que alcanzarán los 32 millones de dólares.
Mizuno prevé que antes de los Juegos Olímpicos de 2008 tendrá 330 distribuidoras funcionando en China y un volumen de ventas de 93 millones de dólares.
Asics, líder en Japón en calzado y ropa deportiva, regenta en la actualidad un centenar de distribuidoras en China a través de su empresa de capital mixto, un número que espera triplicar en 2008 a través de su estrategia publicitaria de vestir a atletas famosos.
La misma estrategia que las propias empresas chinas están siguiendo, como demuestra el contrato multimillonario que el ex jugador argentino Diego Armando Maradona firmó a finales de noviembre con la textil china Dam.
