NUEVA YORK, ESTADOS UNIDOS. (EFE). - Los coletazos del escándalo contable de Enron volvieron a afectar ayer a la bolsa de Nueva York, en lo que se ha dado en llamar la "enronitis", o el temor a que los mismos problemas que hicieron quebrar al gigante energético de Texas contagien a otras empresas.
El periódico The Wall Street Journal informó en su edición de ayer de que la empresa Tyco International, cuyos procedimientos contables han sido objeto de una serie de comentarios poco favorables y rumores, ha gastado 8.000 millones de dólares en los últimos tres años en la compra de unas 700 empresas, operaciones cuyos detalles no se habían entregado al público.
Si bien la firma no había entregado la información del dinero gastado en cada operación de compra de manera individual, sí había facilitado la cifra neta de gasto en compras de empresas, y por ello el directorio de la compañía envió una carta al periódico en el que asegura que los inversores sí conocían lo fundamental de esas operacionesa.
La cifra neta es el precio pagado por las compañías menos la cantidad de dinero en efectivo en poder de la empresa comprada al momento de cerrarse la operación, pero no lo gastado en dinero en efectivo en cada compra.
Para los expertos, si bien la cifra de 8.000 millones de dólares es muy significativa, Tyco no tiene la necesidad legal de dar a conocer el detalle de cada una de los cientos de operaciones de compra de empresas pequeñas, e incluso consideran que dado el volumen de compra de empresas de Tyco, informar de cada una de las 700 operaciones hubiese sido demasiado engorroso y hasta inútil.
Pese a ello, los inversores reaccionaron con nerviosismo y las acciones de la empresa bajaron 7,22 dólares ó el 19.6% hasta 29,64 dólares
Las malas noticias de Tyco afectaron a otros grandes conglomerados industriales, como GE, cuyas acciones bajaron 1,85 dólares a 35,00 dólares, Honeywell, que perdió 1,61 dólares a 32,07 dólares y 3M, que bajó 3,77 dólares a 109,50 dólares.
Por todo ello el promedio Dow Jones de Industriales, el más significativo de Wall Street, bajó 220,17 puntos (2.22%) hasta 9.687,09 unidades.
Por su parte, el mercado Nasdaq, donde cotizan las principales empresas del sector de la tecnología, retrocedió 55,72 puntos (2,92 por ciento) hasta 1.855,52 unidades.
Junto con las grandes sociedades industriales, ayer lunes también sufrieron las firmas financieras y los bancos, como Citigroup, que perdió 2,19 dólares hasta llegar a 4,71 dólares y JP Morgan Chase que bajó 4,98 dólares hasta 30,56 dólares.
Los analistas temen que muchas empresas financieras estén muy expuestas a empresas con arriesgadas prácticas contables, las que durante mucho tiempo, y debido a sus espectaculares rendimientos, fueron las favoritas de los inversores de Wall Street.
Aunque para muchos inversores y analistas lo que ocurrió con Enron es un verdadero desastre, para otros podría llegar incluso a ser algo positivo para el futuro de los mercados.
A raíz de esto, ya se nota en Wall Street lo que se conoce como un vuelo a la calidad, o el movimiento de inversiones desde sectores más especulativos a bonos, oro y acciones de empresas con sólidos historiales de beneficios.
Hoy, por segunda sesión consecutiva, se notó una gran demanda de bonos estadounidenses a 10 años, que subieron de precio, llevando su tasa al 4.91%, considerablemente por debajo del 4.99% del viernes pasado.
Por su parte, ayer el ex presidente y presidente ejecutivo de Enron Corp., Kenneth Lay, dijo que renunciaba a ser miembro del directorio de la comercializadora de energía, el mismo día en que una comisión del Senado de Estados Unidos dijo que prevé citarlo a declarar ante el Congreso.
Quiero ver a Enron sobrevivir y salir con éxito de la reorganización, dijo Lay en un comunicado.
Debido a las múltiples investigaciones, algunas de las cuales se concentran en mi personalmente, creo que mi relación (con la empresa) se ha convertido en una distracción para lograr ese objetivo, agregó.
La renuncia es efectiva de inmediato.

