Estonia recibió el año nuevo con una histórica celebración debido a que a partir del 1 de enero se convirtió en la primera ex república soviética que adopte al euro como moneda.
Con la medida, Estonia inyecta apoyo simbólico a la divisa, la cual atraviesa su peor crisis en sus 12 años de vigencia a causa del abultamiento de las deudas soberanas en algunos países que la utilizan como moneda común en la Unión Europea.
El cambio del circulante dio inicio de manera oficial el 1 de enero y marcará el principio del fin de la corona estonia y constituirá un paso definitivo en los esfuerzos del estado báltico por convertirse en la 17mo nación de la eurozona e integrar su economía con la UE.
La profunda crisis del euro siguió a los millonarios rescates financieros que Grecia e Irlanda concertaron en 2010 para salvarse de la insolvencia.
La inclusión de Estonia en la eurozona tiene una importancia simbólica a pesar de que su economía anual de 19 mil millones dólares sea apenas una fracción del producto interno bruto (PIB) regional de 12.5 mil millones de dólares, a decir de numerosos expertos.
“La incorporación de Estonia a la eurozona es una señal alentadora para Europa en lo general debido a que muestra el atractivo de nuestra moneda común”, dijo el vicecanciller alemán Werner Hoyer.
La mayoría de los economistas considera que Estonia se beneficiará con la adopción del euro después de que superara su peor crisis económica, aunque le aguarda la aplicación de reformas estructurales dolorosas si pretende alcanzar los niveles de vida de Europa occidental.

