La introducción del euro hace cinco años se produjo en muchos países en medio de un rechazo y una crítica abierta, pero también estuvo acompañada de aprobación. Hoy, los europeos de los 12 países que forman parte de la moneda única ya se han habituado al euro, si bien muchos siguen sin quererlo demasiado.
En España, muchos son los que se quejan de que con la entrada del euro todo se ha encarecido mucho. Lo que antes costaba 100 pesetas, ahora cuesta un euro (166 mil 386 pesetas). Antes, uno podía tomarse un café en un bar por máximo 100 pesetas, hoy hay que pagar al menos un euro. En vista de la complicada operación matemática para hacer el cambio, muchos operan aún en pesetas para operaciones con cantidades altas, como en la compra-venta de inmuebles o automóviles.

