LONDRES, Inglaterra (BLOOMBERG). Para los inversionistas que creen en su capacidad de anticipar cambios de rumbo en el mercado, Alemania es un lugar interesante. En algún momento el país tocará el fondo de su crisis industrial y económica que ya lleva 10 años. Ese punto podría estar acercándose.
¿La razón? La elevada cotización del euro y el alza en los precios petroleros están combinándose para golpear a una economía que depende de la manufactura y las exportaciones. El dolor infligido en las próximas semanas podría ser el catalizador que finalmente persuada a Alemania de reformarse.
Si la recuperación de Alemania comienza pronto, podría ser una de las mejores oportunidades de inversión de la década, porque una vez que Alemania empiece a recuperarse, bien podría hacerlo más rápido y espectacularmente de lo que muchos esperan.
Tiene una de las fuerzas laborales más capacitadas del mundo, enormes reservas de capacidad tecnológica, mucho capital sobrante y se encuentra en el centro de Europa oriental y occidental.
Y bueno, es Alemania. Julio César se admiraba ante la fortaleza de los alemanes. Desde tiempos romanos todos los demás también lo han hecho.
¿Cómo saber si Alemania ya tocó fondo? Un indicador es el desempleo. Puede ser que cuando el número de desempleados rebase los cinco millones, el país piense que su modelo económico fracasó y necesita ser reformado.
Hay varias ironías en todo esto. Cuando se proyectaba el euro en los 90, Alemania estaba a favor de una moneda fuerte.

