Tras culpar a la complacencia del Gobierno y de la industria por el derrame petrolero de BP, un panel de la Casa Blanca instó ayer a una profunda reforma en la manera en que Estados Unidos regula las perforaciones costa afuera.
En su informe final sobre el desastre de BP, la comisión de la Casa Blanca dijo que el Gobierno de Estados Unidos necesita ampliar sus regulaciones sobre las perforaciones y debe crear una agencia independiente de seguridad para supervisar las actividades.
El copresidente de la comisión Bill Reilly dijo que es hora que el congreso “ejercite un verdadera supervisión” de la perforación mar adentro. Como primer paso, exigió que el Congreso proporcione los fondos para contratar más inspectores gubernamentales de plataformas de perforación.
El panel, conformado por siete miembros, también instó a la industria petrolera a crear una entidad de autorregulación para ayudar a fortalecer los estándares y llamó al Congreso a elevar los límites de responsabilidad de los operadores en las perforaciones costa afuera.
“Les guste o no, las compañías de petróleo y de gas están juntas en esto, y deben adoptar criterios rigurosos a través de un instituto que abarque a la industria o exponerse a perder el acceso a estos arrendamientos y sus eventuales ganancias”, dijo Reilly.
La comisión es el primer grupo con aprobación gubernamental en exponer su investigación sobre las causas del accidente de BP.
Aunque la comisión no tiene la autoridad para establecer políticas de perforación o para castigar a empresas, sus observaciones podrían influenciar en el futuro a procedimientos judiciales e iniciativas legislativas. La Comisión de Recursos Naturales de la Cámara y la Comisión de Energía del Senado tienen cada una audiencias programadas sobre el informe de la comisión para este mes.
