La Reserva Federal (FED) de Estados Unidos se encamina esta semana a mantener intactas las tasas de interés y de esa forma calmar a los mercados tras el turbulento final del año 2018.
Emergiendo del peor diciembre para Wall Street desde la Gran Depresión y cercados por crecientes temores sobre un enlentecimiento de la economía mundial, todos los miembros de la FED se proponen ser “pacientes” antes de seguir endureciendo la política monetaria con intereses más altos.
El presidente de la FED, Jerome Powell, muy probablemente se aferrará a ese guion cuando anuncie el próximo miércoles lo que se decida en la reunión del comité de política monetaria del banco central (FOMC) que se abre el martes.
En los mercados a futuro se apuesta a que la FED se aferre al statu quo durante todo 2019, pero algunos otros estiman que el nuevo aumento de tasas sería en diciembre.
Algunos economistas, en cambio, creen que las actuales condiciones económicas podrían obligar a la FED a tomar decisiones en la primavera boreal.

