Tras la medida, la empresa quedará con apenas 400 empleados en la fábrica que opera en San José, aunque mantiene sus otras cinco plantas en el país sin cambios. En total su planilla local supera las 3 mil personas.
El vicepresidente de VF, Gerardo Castañed, justificó la decisión en la baja en pedidos que sufrieron en los últimos meses por parte de los almacenes y tiendas en Estados Unidos.
"La creciente competencia en el mercado estadounidense obligó a la empresa. Hace un mes se lo comunicamos a los trabajadores, quienes recibirán sus indemnizaciones", dijo Castañed desde Carolina del Norte al diario La Nación.
VF también produce los pantalones de la marca Wrangler.
"Para mantener la operación en Centroamérica se necesitan garantías para enfrentar la creciente competencia, principalmente de China", agregó Castañed, al destacar la importancia de que el país apruebe el tratado de libre comercio entre Centroamérica y Estados Unidos.
Reconoció que, a pesar del potencial costarricense en textiles, de no pasar el acuerdo la empresa valoraría trasladar sus operaciones a otros países, como Honduras.
La firma ya tiene operaciones en esa nación centroamericana, donde tienen unos mil 500 operarios.
