La lucha por el control de Volkswagen (VW) sigue levantando temperatura entre las partes en conflicto: por un lado los históricos directivos de la automotriz de Wolfsburgo, y por otro quienes pronto serán sus copropietarios, la familia Porsche- Piëch.
El último capítulo de la puja en la cima de la industria automotriz mundial lo inauguró el presidente del consejo de vigilancia de VW, Ferdinand Piëch, quien en la sesión del consejo del viernes dio abiertamente la espalda a sus parientes, la familia Porsche.
Los dueños de Porsche buscan ahora que su recién definido enemigo y patriarca de Volkswagen deje su puesto en el órgano de control de VW, según informaron ayer las revistas Der Spiegel y Focus.
Para conseguirlo necesitan el visto bueno del estado federado de Baja Sajonia, que durante el fin de semana trató de poner paños fríos sobre el conflicto y llamó a las partes a la reconciliación.
