Ante la gravedad de la crisis económica, la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) ha comenzado a crear dinero de la nada, una práctica que en otras circunstancias desataría la hiperinflación y hundiría el dólar.
Encendió a “la chita callando” la máquina de hacer dinero en septiembre, pero solo en las últimas semanas los expertos se han dado cuenta de que los billetes que inyectaba en el mercado tenían el crujido y la frescura del papel nuevo.
Hasta ese mes, la Fed vendía bonos del Tesoro para captar el dinero que luego prestaba, un proceso que se conoce en el argot financiero como “esterilización”.
“Imprimir gran cantidad de dinero es algo muy arriesgado”, dijo Eswar Prasad, profesor de economía de la Universidad Cornell al ser consultado.

