La decisión de cómo maximizar los recursos del Fondo Especial de Compensación de Intereses (Feci), creado mediante la Ley 4 de 1994 para fortalecer el sector agropecuario, le corresponderá al próximo gobierno.
Producto del dinamismo con que crece la cartera de crédito del centro bancario, los fondos del Feci han aumentado un 20% este año, pasando de unos $40 millones, que era el promedio que se recaudaba anualmente hace unos cuatro año, a $56 millones al cierre de septiembre, según la Superintendencia de Bancos de Panamá (SBP).
En 2006 estos fondos ascendieron a $46 millones y el año pasado llegaron a $55 millones.
La ley establece que el 50% de los fondos cobrados mediante el Feci se dirige al Banco de Desarrollo Agropecuario (BDA), y el 50% restante se usa para préstamos agropecuarios de la banca privada.
Sin embargo, la cartera histórica que ha manejado el BDA con estos fondos ha oscilado entre $10 millones y $11 millones, y es por ello que diversos sectores abogan por la eliminación de este impuesto, que pagan todas las personas que reciben préstamos comerciales superiores a 5 mil dólares. El Feci se queda con el 1% de cada uno de esos créditos.
El año pasado los fondos acumulados se acercaron a $250 millones de dólares, y con lo que se ha recaudado este año deben aproximarse a $300 millones, según los datos que maneja la SBP.
El presidente de la Asociación Bancaria de Panamá, Alexis Arjona, dice que el uso de estos fondos debe “ajustarse a la realidad”, en vista de que siempre hay excedentes importantes, pues el sector agro no tiene volumen suficiente para captar todo este recurso financiero.
El año pasado, por ejemplo, había $250 millones disponibles y el BDA solo presupuestó usar $26 millones.
Se trató insistentemente de que el BDA suministrara información sobre cómo se están ejecutando este año los créditos al sector agropecuario, pero no fue posible.
El economista Rolando Gordón sugiere que se debe dar “una nueva orientación” a estos recursos, porque ahora solo están beneficiando a los grandes productores.
“En este momento de crisis alimentaria, Panamá debe tener un sistema de crédito garantizado para que el pequeño y mediano productor tenga acceso al crédito. Hoy más que nunca es necesario que estos fondos se utilicen para apoyar a esos productores”, concluyó.
Con las inundaciones que han afectado la producción agrícola, agregó, es importante dar a los productores el apoyo necesario para la siembra.
