Los subsidios agrícolas fueron el mayor punto de fricción, durante la reunión que mantuvieron en la industrializada Japón los líderes de los países ricos del Grupo de los Ocho (G8) y de las cinco economías emergentes (G5).
Las mayores economías después de las de G8 - Brasil, China, México, India y Sudáfrica - atribuyen a los subsidios agrícolas que conceden los países industrializados la mayor parte de la culpa de la actual crisis alimentaria que, según afirman, significa una amenaza contra su desarrollo.
Un portavoz del ministerio japonés de Asuntos Exteriores dijo que los dos grupos continúan divididos sobre cómo enfocar en el seno de la Organización Mundial de Comercio las negociaciones de la Ronda de Doha sobre la liberalización del comercio global.
En la declaración conjunta emitida el día antes de reunirse con los líderes del G8, el Grupo de los Cinco advirtió que “es imperativo crear un entorno internacional favorable al comercio relacionado con la producción agrícola, estableciendo un régimen de comercio internacional para productos agrícolas”.
No obstante, y siempre de acuerdo con el portavoz japonés, los dos grupos acordaron cooperar para resolver el problema de la subida de los precios de los alimentos, que ha hecho repuntar la inflación en los países en desarrollo, como India, donde ha alcanzado su nivel más alto de los últimos 14 años.
Durante la reunión, los países del G5 y del G8 abordaron también el alza de los precios del petróleo, que hace un año rondaba los 70 dólares por barril y ahora se sitúa en torno a los 170 dólares por barril.
Además, los líderes del G5 denunciaron en su encuentro con los jefes de los gobiernos de los países ricos las actividades especulativas con el petróleo.

