El primer ministro belga, Yves Leterme, precisó ayer que la situación de Dexia es “diferente” a la de Fortis, pero garantizó que, en caso de problemas en el banco franco-belga, el Gobierno “asumirá su responsabilidad”.
Leterme aseguró que “los ahorradores de Dexia no tienen que preocuparse, porque el Gobierno hará todo lo posible para garantizar que su dinero esté en buenas manos”.
Dexia se hundió ayer en las bolsas de París y Bruselas, con una caída cercana al 30%, entre rumores sobre sus problemas de solvencia y la posibilidad de que esté planeando una ampliación de capital.
El derrumbe bursátil de Dexia ocurre un día después de que las autoridades de Bélgica, Holanda y Luxemburgo acordaran la nacionalización parcial del grupo bancario y de seguros belga-holandés, al que inyectarán 16 mil 128 millones de dólares para garantizar su estabilidad y dar confianza a clientes e inversores.
A la pregunta de si el Gobierno belga podría ayudar a Dexia como hizo con Fortis, Leterme insistió en que “las circunstancias específicas son diferentes”, pero “asumiremos nuestra responsabilidad”.
El ministro belga de Finanzas, Didier Reynders, dijo que el Estado está dispuesto a hacerse con el control del banco Dexia en caso de necesidad, igual que ha hecho con Fortis.
