El salvadoreño Grupo Q, que posee el 10% de la distribución de vehículos en Centroamérica, desembolsó 10 millones de dólares por el control del 100% de las acciones de la panameña Super Motores S.A.
La transacción intermediada por Banistmo Securities involucra el traspaso de las seis marcas que distribuye Super Motores: Mazda, Chrysler, Jeep, Dodge, SsangYong y Wuling. La adquisición cerró el 3 de junio e incluye la propiedad física de la casa matriz de la empresa en la ciudad capital y la sucursal en la ciudad de David, Chiriquí.
La estrategia del Grupo Q es abrir nuevas sucursales de venta en Panamá para incrementar su participación en el mercado de 5% al 15%.
"Tenemos nuestro propio sistema de crédito, por lo que mejoraremos los tiempos de aprobación de préstamos", dijo el Grupo Q en un comunicado.
El grupo salvadoreño, con presencia en Guatemala, Honduras, Nicaragua y Costa Rica, vende anualmente un promedio de 10 mil vehículos en la región desde Nissan y Renault hasta Hyundai y Ferrari.
Competencia regional
Panamá es considerado el segundo mercado más grande de Centroamérica con ventas de 20 mil 694 automóviles nuevos en el 2004. Hasta abril de este año se habían comercializado 7 mil 637 vehículos, 21% más que el mismo período el año pasado.
Super Motores emplea a 100 personas, pero dentro del proceso de compra no se contempló la reducción de personal, dijo Samuel Quiroz, presidente del Grupo Q. "Se conservará el personal panameño desde ejecutivos hasta personal de línea", añadió.
Con la adquisición, la lucha por conquistar a los nuevos compradores de automóviles se pone al ‘rojo vivo’ en Panamá y según Fernando Lewis, vice presidente del Grupo Super Motores, los nuevos inversionistas "están acostumbrados a competir en mercados como el nuestro".
