Con el correr de los años, el arma'o se ganó la simpatía de los pobladores, quienes lo buscaban para las tareas más disímiles. Lo mismo cargaba leña, levantaba una cerca, o recogía guandú en los campos silvestres de Los Panamae, en la provincia de Veraguas.
Una vez, comenta ño Gumercindo, me tocó ayudar a el arma'o a recoger guandú en la finca de doña Panta, y me di cuenta de lo buen trabajador que era. No había mata de ortiga que detuviera al arma'o cuando recogía guandú, afirmó.
Absorto en sus pensamientos, el viejo sostuvo que después de la recolección, escondieron un poco de guandú en la chácara de el arma'o. Ese guandú lo echamos luego en una paila con un poco de aceite, agregándole ajo, culantro y cebolla picada. Al sofreir el guandú, le echamos luego el arroz, y eso sí estaba rico, compa.
Ño Gume comenta que lo único malo fue que por el agradable olor que despedía el grano, doña Panta se dio cuenta de que le habían hecho bichera. Cuando dice esto, el viejo ríe a carcajadas, dejando ver su desgastada dentadura.
Conocido como guandú (Cajanus cajan), frijol de palo, guisante de paloma o gandul, este cultivo es una de las leguminosas más corrientes de los trópicos y subtrópicos, de amplia adaptabilidad, según informes de la Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO).
La planta es de raíz profunda, resistente a la sequía, y crece especialmente en las tierras semiáridas.
Las semillas y hojas del guandú, señala el organismo internacional, constituyen un excelente forraje para el ganado bovino.
Con frecuencia, afirma la FAO, se utiliza para heno y ensilaje (a menudo, con melaza), para lo cual se emplean las variedades más pequeñas del grano.
De igual manera, se indica que el pastoreo puede dañar la planta de guandú, en tanto que las semillas caídas al suelo pueden incorporarse como fuente de proteínas en las raciones de las aves de corral.
Se ha incluido hasta un 30% en las raciones de partida para los pollos, con igual ganancia de peso que en el caso de los pollos mantenidos con una mezcla isonitrogenada de harina de soja y maíz, manifiesta una investigación del citado organismo.
Cada 100 gramos de guandú contiene 343 calorías y 20.9% de proteínas, apunta la FAO.
No obstante, en Panamá, ni el Instituto de Investigaciones Agropecuarias (IDIAP), ni el Ministerio de Desarrollo Agropecuario (MIDA) tienen registros sobre guandú, a pesar de que éste es muy apreciado en la comida típica panameña.
Aquí no tenemos nada sobre guandú. Ese es un producto que no se cultiva en volúmenes industriales, dijo una fuente consultada del MIDA. Otra fuente del IDIAP se limitó a sonreir mientras se le consultaba al respecto.
Pero, pese a que este cultivo no forma parte de la lista de prioridades de las entidades agropecuarias, sigue estando presente en la mesa de los panameños, quienes lo disfrutan, sobre todo, en un humeante y calentito arroz con guandú.
Es más, por las avenidas capitalinas ya se asoman los vendedores del grano, quienes, provistos de un vaso transparente para medir la cantidad exacta de la venta, continúan gritando: guandú, guandú, fresco y oloroso, pregón que, al escucharlo el viejo Gume, le trae a la memoria las andanzas con su amigo el arma'o.
Por ello, ahora que los años han maquillado las calles, las casas y los recuerdos de la gente del pueblo, de vez en cuando alguien pregunta por el arma'o, sin que nadie sepa a ciencia cierta dónde está. Sin embargo, para ño Gume, el arma'o debe estar en algún hueco lejos de aquí, haciendo bichera con el guandú ajeno.
