Cuando la economía estancada y los consumidores quisquillosos de Europa se transformaron en verdaderos limones ácidos para Heineken NV, la tercera destiladora más grande del mundo decidió agregárselos a la cerveza.
Este año, en lo que fue el lanzamiento de producto más grande de su historia, la empresa presentó una línea de tragos, mezcla de gaseosa de limón y cerveza, en 23 mercados. Apuesta a que el trago, más dulce y con menos graduación alcohólica que la cerveza, se ganará a los hombres que prefieren los vinos o las bebidas muy fuertes.
Las destiladoras incrementan los esfuerzos tendientes a hallar alternativas a la cerveza, en medio de las cambiantes preferencias del consumidor.
La líder del Mercado Anheuser-Busch InBev NV produce una variedad con sabor a lima para su marca Bud Light, mientras que Heineken reduce la dependencia que tienen en la marca global epónima tras seis años de bajas en el mercado cervecero de Europa occidental, en el que está más expuesta al riesgo que sus pares.

