ROMA, Italia (EFE). -Un total de 18 mil viajeros se quedaron ayer en tierra, por la huelga de ocho horas de los empleados de la compañía aérea Alitalia, que tuvo que cancelar 364 vuelos, 182 nacionales, 168 internacionales y 14 intercontinentales.
El paro comenzó a las 10:00 a.m. y además de las cancelaciones también afectó a otros 64 vuelos de la compañía, que modificaron los horarios de salidas y llegadas.
A esa hora, en los mostradores de Alitalia se colocó el cartel de "cerrado", mientras los trabajadores se reunían en asambleas.
Los de Roma se concentraron en la sede central de Alitalia, en la Vía de la Magliana, no muy lejos del aeropuerto de Fiumicino, desde donde partieron para el centro de la ciudad.
Los manifestantes se concentraron ante la sede del Ministerio de Economía, para exigir la retirada del plan de reestructuración de la compañía, cuyo 62% pertenece al Estado.
La concentración en la capital italiana se desarrolló sin incidentes, al igual que las realizadas en otras ciudades.
En Nápoles, empleados de la empresa Atitech, del grupo Alitalia, se reunieron ante la sede del gobierno regional, para protestar por la voluntad de la compañía aérea de vender esta empresa a un grupo privado.
Atitech se ocupa de la revisión y mantenimiento de los aviones de la flota de Alitalia.
La situación en los aeropuertos italianos era de tranquilidad. Tras los avisos de la compañía los pasados días, muchos viajeros optaron por cambiar la fecha de sus viajes y otros echaron mano de otras compañías.
Muchos viajeros de Alitalia fueron acomodados en aviones de otras compañías, entre ellas Air Europe, que une Roma con Madrid; Tarom para Bucarest, Delta Airlines para Atlanta y Nueva York y Air Malta, para Malta.

