Los maquinistas de trenes en Alemania comenzaron ayer, miércoles, una paralización de 62 horas en las rutas de carga, aumentando los temores sobre el impacto que la disputa de los trabajadores con la operadora de ferrocarriles Deutsche Bahn pueda tener sobre la mayor economía de Europa.
El sindicato de maquinistas de trenes GDL planea extender la paralización -la mayor huelga en la historia de Deutsche Bahn- hacia los servicios de pasajeros el jueves, lo que afectaría a millones de viajeros.
La paralización en las rutas del transporte de carga comenzó ayer, miércoles.
La medida, que intensifica la disputa de los maquinistas con la estatal Deutsche Bahn, coincide con una huelga nacional en Francia por los trabajadores del transporte, en protesta a una reforma al sistema de pensiones.
"Incluso sin cuantificarla, la paralización de trenes tiene un efecto económico, y es una carga para una economía positiva", dijo el portavoz del Gobierno Thomas Steg en una conferencia de prensa en Berlín.
Según economistas, la huelga en rutas de carga cuesta unos 50 millones de euros (73.3 millones de dólares) por día a la economía alemana y podría llegar a costar más.
