La Corporación Financiera Internacional (IFC, por sus siglas en inglés), la división de créditos del Banco Mundial para el sector privado, espera realizar inversiones por unos $800 millones en Argentina hasta diciembre, citando el interés particular de los inversores en el sector de energías renovables del país.
“La agenda de energías renovables en Argentina es probablemente la más interesante del mundo en este momento”, dijo a Reuters Lizabeth Bronder, directora para América Latina y el Caribe del IFC. Argentina lanzó el miércoles el primer llamado a licitación para la producción de mil megavatios de energías alternativas, eólica y solar, en momentos en que busca paliar un fuerte déficit energético y sustituir importaciones.
El presidente Mauricio Macri, quien asumió en diciembre la dirección de la tercera economía de América Latina, implementó una ley de fomento a la energías alternativas que apunta a elevar la producción al 8% a finales del 2017, desde el 1.8% actual.
“Lo que estamos escuchando de nuestros clientes es que están muy animados por el reciente giro hacia las (energías) renovables. Hay mucha biomasa, solar e incluso eólica disponible en el país”, dijo Alzbeta Klein, jefa de agronegocios, manufacturas y servicios del IFC.
Macri ha buscado acabar con las políticas intervencionistas de su predecesora de izquierda, Cristina Fernández, y ya levantó los controles de capital, devaluó al peso y redujo los impuestos a las exportaciones.

