El presidente de la asociación de telespectadores católica, Luca Borgomeo, se declaró ayer a favor del impuesto a la pornografía adoptado por el Gobierno italiano el viernes, que gravará con un 25% objetos del mercado porno.
Ese impuesto forma parte del paquete anticrisis decidido por el ejecutivo de Silvio Berlusconi, si bien el auge del sexo en internet en los últimos años redujo mucho la venta del sector.
La tasa será impuesta a periódicos y revistas, incluido DVD y otro material, y a “toda obra literaria, teatral y cinematográfica, audiovisual o multimedia, también realizada o reproducida sobre soporte informático o telemático, en la que estén presentes imágenes o escenas con actos sexuales explícitos y no simulados entre adultos”.
Este impuesto, que nunca se aplicó, fue propuesto en 2002 por Vittorio Emanuele Falsitta, entonces diputado del partido Fuerza Italia e inspirador de la tasa que se aplicará ahora.
El mercado del porno se mueve en torno a los mil 141 millones de euros, pero su franja mayoritaria gira en circuitos ilegales. En Italia se venden anualmente unos 400 mil videos, se filman unos 300 filmes porno y las líneas telefónicas (hot lines) son al menos mil 200. Los sitios pornográficos en la red italiana superaron los 35 mil.
El sector protestó y el popular actor porno italiano Rocco Siffredi declaró que la disposición evidencia el moralismo del Gobierno italiano.
