Se trata de un proceso inflacionario que las autoridades no han podido detener.
El crecimiento del índice de los precios al consumo de la población fue determinado por el encarecimiento de los productos alimentarios (2.1%) y las mayores tarifas del gas (4%), teléfono y servicios postales (20%).
En cuanto a los alimentos, en noviembre los rumanos pagaron mayores precios por los huevos (42.2), el pan (4%), leche de vaca (3.4%), leguminosas (4.9%) y patatas (2.4%).
Los precios de las mercancías no alimenticias, excepto el gas natural, se mantuvieron al mismo nivel que el mes precedente.
Para los 11 meses de 2003 la inflación es del 12.8%, lo que permite al Gobierno esperar que el objetivo propuesto este año de disminuir la inflación del 17.8% en 2002 al 14% es realizable.
Para el año 2004, el Gobierno rumano se propone una tasa de inflación del 9%.
