La multinacional estadounidense de material deportivo Nike se situó en el punto de mira de la Comisión Europea, que investiga si los acuerdos fiscales cerrados con Holanda le proporcionaron ventajas indebidas ante sus competidores.
Bruselas decidió finalmente investigar los acuerdos entre el fisco holandés y Nike tras las revelaciones del escándalo de los Papeles del Paraíso en noviembre de 2017, que sacaron a la luz la existencia de bajos impuestos para las multinacionales.
Los países europeos no deben permitir que las empresas pongan en marcha sistemas complejos que reduzcan sus beneficios sujetos a impuestos, dándoles una ventaja injusta sobre sus competidores, dijo la comisaria europea de Competencia, Margrethe Vestager.
El Ejecutivo comunitario ha convertido la lucha contra estas prácticas en una de sus prioridades y Países Bajos forma parte del grupo de países más señalados en los últimos años, junto a Irlanda y a Luxemburgo.
La actual investigación se centra en dos sociedades del grupo Nike en este país, encargadas de registrar las ventas de los productos Nike y Converse en Europa, Oriente Medio y África.
Nike obtuvo licencias de uso de los derechos de propiedad intelectual vinculados a sus productos a cambio del pago de cánones deducibles de impuestos de dos entidades del grupo.
Este principio se plasmó en cinco acuerdos entre 2006 y 2015, dos de ellos todavía en vigor, que, según la comisión, permitieron a las compañías tributar en los Países Bajos solo por un margen operativo limitado basado en las ventas.
Al temer que el monto abonado no refleje la realidad económica, Bruselas busca determinar si estos acuerdos fiscales redujeron indebidamente la base imponible de las compañías en Países Bajos desde 2006.
