Irán planea incrementar su capacidad de refinería de crudo y condensado en más de un 70% dentro de los próximos cuatro años mientras trabaja para mejorar la calidad del combustible comercializado en el mercado local y superar su dependencia de la gasolina importada.
El productor del Golfo Pérsico aumentará la capacidad a unos 3.2 millones de barriles diarios hacia 2020 frente a los 1.85 millones actuales con la construcción de 5 plantas, dijo Abbas Kazemi, director ejecutivo de la National Iranian Oil Refining & Distribution Co., en una entrevista en Teherán. Irán, además, necesita una inversión cercana a 14 mil millones de dólares para mejorar las unidades en cinco refinerías existentes para producir una gasolina que combustione de manera más limpia que los octanajes disponibles actualmente en el país, dijo.
Irán, el tercer mayor productor de petróleo de la OPEP, está impulsando la producción energética tras el levantamiento en enero de las sanciones internacionales que redujeron su acceso a los mercados petroleros. Desde entonces, Irán aumentó la producción de gas natural en el campo offshore South Pars, parte del depósito más grande del mundo.
