El desempleo y la emigración, los males gemelos que aquejaban a Irlanda durante los años 1980 antes de su expansión económica, están volviendo a afectar al país después del quebranto.
La tasa de desocupados probablemente se mantendrá por sobre 14% hasta el año próximo, según economistas de Allied Irish Banks Plc y Ulster Bank en Dublín.
Es dos veces el nivel de hace tres años. La tasa de desempleo fue de 14.2% en junio y la oficina de estadísticas publicará pronto los datos de julio. Mientras tanto, más gente abandona el país que en ningún otro momento desde 1989.
“La situación es desesperada”, dijo Joe Cox, de 51 años, que perdió su empleo hace 11 meses después de haber dirigido una tienda de hardware hasta la implosión de la burbuja inmobiliaria en Irlanda, frente a la oficina de bienestar social en Dublín. “La mayoría de las veces, los empleadores ni siquiera responden”.
En tanto el dolor de la austeridad empieza a notarse en las filas cada vez más numerosas de desocupados en los países más endeudados de Europa, Irlanda es alcanzada por su historia después del colapso de la economía del Tigre Celta y la peor crisis bancaria del continente.
La historia irlandesa moderna estuvo signada por la emigración desde la Gran Hambruna, que comenzó en 1845.
