OKUMA, Japón (BLOOMBERG) Okuma, un poblado de 11,000 habitantes en la costa del Pacífico en el norte de Japón, le dio la bienvenida a la planta eléctrica nuclear, entonces la segunda del país, que Tokyo Electric Co. construyó cerca de esta ciudad en 1967. Significaba empleos e ingreso fiscal.
Conforme Japón aceleró su campaña nuclear tras el embargo petrolero árabe de 1973, Okuma estableció más plantas. La región del norte de Tokio alberga actualmente 10 de los 51 reactores nucleares de Japón.
Pero el mes pasado, Tokyo Electric, la mayor compañía de electricidad del país, reveló que había violado los estándares de seguridad del Gobierno ocultando fisuras en 12 de sus reactores, incluso los 10 cercanos a Okuma. Las actitudes en Okuma empezaron a cambiar. No queremos un Chernobyl aquí, dijo Kazushu Akutsu, trabajador del sector de la construcción de 48 años. Oí que Alemania ya dejó de construir centrales nucleoeléctricas; nosotros deberíamos hacer lo mismo.
Las revelaciones de Tokyo Electric y las declaraciones de otras compañías eléctricas de desperfectos no informados amenazan con paralizar el programa de energía nuclear más ambicioso del mundo, y obstaculizan la campaña de Japón por volverse menos dependiente del petróleo importado. En la prefectura de Fukushima, donde se encuentra Okuma, una asociación de líderes locales que había promovido la construcción de dos nuevos reactores de Tokyo Electric retiró su apoyo. Un grupo de consumidores se fue a los tribunales para cerrar una planta nuclear operada por otra compañía. Otro grupo planea una manifestación antinuclear en Tokio este mes. El programa de construcción de reactores de Japón está muerto, dijo Yasushi Setoguchi, analista energético de Fuji Research Institute Corp. Cuando menos se demorará enormemente.
Japón tiene planeado construir 12 reactores nuevos, más que cualquier otro país. Se está construyendo tres, uno por Hokuriku Electric Power Co., otro por Chubu Electric Power Co. y el último por Tohoku Electric Power Co. Las obras para los otros nueve aún no han comenzado. Nos preocupa que el programa de construcción se retarde, dijo Tomohisa Koyama, de la división de infraestructura eléctrica del Ministerio de Economía, Comercio e Industria.
