JBS SA, el frigorífico en el epicentro de la reciente crisis política de Brasil, terminó de negociar con los bancos para garantizar que se mantengan abiertas líneas de crédito a corto plazo, según personas al tanto del tema.
Sus principales acreedores —entre ellos Banco do Brasil SA, Caixa Econômica Federal, Banco Santander Brasil SA y Banco Bradesco SA— acordaron extender 12 meses las líneas de crédito sin modificar las tasas de interés, dijeron las personas, que solicitaron el anonimato porque las discusiones fueron privadas.
Las entidades de préstamo recibirán garantías adicionales y un pago adelantado del 10% del monto pendiente en el transcurso del próximo año, dijeron las personas. Además, estos bancos serán los primeros en recibir pagos de la venta de activos de JBS, dijeron dos de las personas. Según el acuerdo, el 80% de lo recaudado con cualquier venta se utilizará para pagar deudas con los bancos, dijo una de las personas.
Se cerró otro acuerdo con Itaú Unibanco Holding SA, que recibirá un pago adelantado mayor al de los demás bancos, pero sin garantías adicionales, dijeron las personas.
La deuda total de JBS con los bancos ascendía a $7 mil 400 millones en el primer trimestre, según un informe de Natalia Corfield, una analista de JPMorgan Chase & Co. JBS no quiso comentar sobre las condiciones del acuerdo, pero el miércoles afirmó en un comunicado que mantuvo “discusiones productivas y constructivas” con las instituciones financieras. Bradesco, Banco do Brasil, Caixa Econômica Federal e Itaú no quisieron comentar sobre sus respectivos acuerdos y Banco Santander no respondió inmediatamente un mensaje con pedidos de comentarios.

