El fabricante del ketchup Heinz, el más consumido en Estados Unidos, decidió acometer el primer gran cambio en la receta de esta popular salsa en los últimos cuarenta años, para reducir su contenido en sal en un 15% y hacerla así más saludable.
El cambio sin embargo se está llevando con discreción y no se publicitará en los envases, según reconocieron los responsables de la compañía, que hoy vieron cómo su página de la red social Facebook se llenaba de advertencias de seguidores que amenazaban con cambiar de marca de ketchup si reducía la sal de su producto estrella.
“Las primeras pruebas de sabor entre consumidores se llevaron a cabo en Pittsburgh, antes de realizar los cambios en otras ciudades, para asegurarnos de que la nueva receta responde a las expectativas”, aseguró una portavoz de la compañía.
Con esta iniciativa, según informó, la firma quiere ganar terreno entre los consumidores más concienciados en cuestiones relacionadas con la salud.
Con una cuota de mercado del 60% en Estados Unidos, donde el ketchup con la nueva receta llegará a las tiendas a partir del verano, Heinz goza también del primer o segundo puesto en los mercados de más de cincuenta países.
Según sus datos, cada año se venden en el mundo unos 650 millones de botes de ketchup Heinz, lo que supone más de 20 botes por segundo.
Los medios locales también se hicieron eco de esta medida, así como de las quejas de muchos consumidores que aseguraron estar satisfechos con el sabor de uno de los productos que más se asocian con la comida estadounidense en todo el mundo.
Muchos de esos consumidores pidieron que la creciente tendencia a hacer más saludable la dieta de un país en el que la obesidad es uno de los grandes problemas sanitarios no alcance al ketchup.

