Zeballos señaló que en múltiples ocasiones ha llamado la atención de las autoridades para que a través del Instituto de Investigaciones Agropecuarias de Panamá (IDIAP) se realice un estudio exhaustivo sobre las plagas de langosta o gusano cogollero que afectan las plantaciones de arroz.
La situación es un tanto anómala, en vista de que este año se ha registrado una mayor cantidad de precipitación pluvial, y este gusano es poco resistible a la humedad, explicó el productor.
Sin embargo, se desconoce por qué dicha plaga se mantiene en los cultivos, a pesar de que por más de cinco ocasiones se han realizado permanentemente fumigaciones para erradicar estos insectos.
La plaga del gusano cogollero ha afectado más de 60 hectáreas en Río de Jesús y Santiago, problema que mantiene alarmados a los productores, pues al parecer los insecticidas no hacen efecto en estas plagas, que cada día amenazan con acabar con los cultivos de arroz.
A juicio de Zeballos, las autoridades del Ministerio de Desarrollo Agropecuario, en especial la ministra Lineth Stanziola y la presidenta de la República, Mireya Moscoso, hacen oídos sordos ante este problema que ya genera pérdidas cuantiosas a los productores, porque están invirtiendo mucho dinero en las fumigaciones.
En la provincia de Veraguas, para el año 2003 se han sembrado unas 8 mil hectáreas de arroz, y casi todas mantienen la plaga del gusano o langosta.
Por su parte, Claudio Guizado, director ejecutivo del MIDA Región 2 de Veraguas, reconoció que este año se registró un aumento de la plaga del gusano cogollero o langosta que ataca las plantaciones de arroz y los pastos.
Es cierto que tanto arroceros como ganaderos han aplicado insecticidas, sin embargo, la plaga se mantiene, ya sea tanto en áreas donde hay sequía como en las que existe una humedad considerable, como Soná, Río de Jesús y Mariato, sostuvo Guizado.
El MIDA recomendó que en las fumigaciones se utilicen insecticidas más fuertes, para que no haya resistencia del gusano o langosta. Guizado se mantuvo de acuerdo con que el uso constante de insecticidas en las plantaciones aumenta el costo de producción, razón por la cual se recomienda en la segunda siembra que se prepare bien el suelo para prevenir cualquier ataque de la plaga del gusano cogollero o langosta del arroz.
En Santiago existen ocho productores de arroz afectados por la plaga, así como en Soná y Río de Jesús, concluyó Guizado.

