BOGOTA, Colombia (EFE). -La crisis cafetera colombiana, pese a ser aún muy grave, muestra un quiebre favorable, que repercutirá en las finanzas del Fondo Nacional del Café (FNC) y en el ingreso de los cultivadores, aseguró ayer el gerente de la Federación Nacional de Cafeteros, Gabriel Silva.
En su opinión, el proceso de ajuste en las instituciones del sector, la mayor devaluación del peso y una leve recuperación del precio externo del grano, que llegó hace cerca de un año a su nivel más bajo en un siglo, comienzan a dar resultados.
El dirigente cafetalero, vocero de los cerca de 400 mil productores del grano en Colombia, reveló que luego de un déficit acumulado por el FNC, comprador de última instancia del grano, por cerca de 435 mil millones de pesos (173.5 millones de dólares), en 2003 se reportará un superávit.
Silva, que asumió hace un año la gerencia de esa asociación de productores, dijo durante una conferencia de prensa que se mantiene la determinación de vender los activos que no tengan relación directa con el negocio cafetero, incluida la aerolínea Aces (Aerovías Centrales de Colombia), integrante de la alianza Summa.
