Un juez de Nueva York dio luz verde al lanzamiento en la Gran Manzana de Lyft, una aplicación que conecta a vehÍculos con chófer y potenciales pasajeros, después de alcanzar un acuerdo con las autoridades.
Los responsables de Lyft pactaron con la oficina del fiscal general del estado, Eric Schneiderman, fijar tarifas de viaje, a diferencia del sistema de donaciones que utiliza en otros estados, y a operar solo con vehículos comerciales.
“Después de alcanzar un acuerdo con las autoridades locales y estatales por fin vamos a lanzar nuestro servicio en la ciudad de Nueva York", dijo la empresa en un comunicado.
A diferencia de otros servicios parecidos como el popular Uber, Lyft no había querido pactar con las autoridades neoyorquinas, por lo que el fiscal Scheneiderman acudió a los tribunales el pasado 11 de julio para paralizar las actividades de la empresa. “Perseguimos esta acción sólo después de hacer repetidas ofertas para trabajar con Lyft con el fin de asegurar que sus prácticas comerciales cumplen con la ley”, explicó entonces la oficina de Schneiderman en un comunicado.
La Fiscalía basaba su moción en el argumento de que Lyft funciona como un negocio de transporte con chófer habitual, es decir, que simplemente gestiona los pedidos a través de una aplicación móvil y que no es un verdadero servicio entre particulares.

