En un país tropical, como Panamá, el mango es una de las frutas de mayor abundancia, aunque se pierde en los patios y los potreros, debido a que no existe un manejo que facilite su exportación, tal y como se hace en la vecina Costa Rica.
No obstante, esta realidad puede cambiar en el 2011 cuando se realice la primera cosecha de mango local, producto de un injerto realizado con una variedad peruana.
En el país hay sembradas 118 hectáreas de mango con calidad de exportación.
De estas, 80 están en la provincia de Los Santos, 30 en la provincia de Herrera y 8 en Coclé, informó la Dirección Nacional de Agricultura del Ministerio de Desarrollo Agropecuario (Mida).
La empresa Dos Valles es la mayor productora de mango para la exportación, y se espera que en abril de 2011 en un cultivo localizado en Tonosí, provincia de Los Santos, se recoja la primera cosecha que se pretende enviar a Inglaterra.
Según Dos Valles, una caja de 4 kilos (8.8 libras) costará entre 4.5 y 5 euros (entre 6.14 dólares y 6.80 dólares).
El árbol de mango de la variedad Kent que crece en Tonosí es producto de un injerto con el mango de esta variedad cultivado en la provincia de Piura, en Perú.
Manuel Haito, gerente de la empresa indicó que eligieron la fruta de este lugar para el injerto debido a las similitud del clima con Panamá.
“Se siembra la pepa, sale el árbol y cuando tiene como 20 pulgadas se le hace el injerto con la yema del mango de Perú. La parte de abajo es un árbol nacional y la de arriba es la variedad”, explicó Haito.
La producción por hectárea cuesta poco más de 10 mil dólares, ya que requiere de podas, sistema de riego y fertilización, entre otros cuidados.
Dos Valles eligió la variedad Kent, por ser más resistente, pero existen otras como Tommy Atkins, Haden e Irwin, que se están cultivando en el país.
Sin embargo, Costa Rica ya le lleva ventaja a Panamá, porque desde el 2004 está exportando la fruta de manera ininterrumpida.
Además, hace una semana la agencia Xinhua reportó que la producción tica alcanzó las 50 mil toneladas durante 2009 y “se muestra como una de las frutas en expansión en ese país”.
De estas, 7 mil toneladas fueron para la exportación.
La dulce, jugosa y fibrosa fruta proviene de la India, país donde al árbol se le considera mágico y sagrado, porque es símbolo de la fertilidad y el amor.
Para Panamá esta fruta representa una oportunidad de diversificar la tradicional oferta exportadora.
Es un producto nuevo con el que se incursionará en los mercados ya conquistados por la sandía, melón y zapallo, nuestros mayores productos de exportación.
“Esta fruta es una prioridad” dijo Orlando García, director de la Dirección Nacional de Agricultura.
Se realizó un diagnóstico con el Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura en el que se detectaron ocho frutas con potencial para exportación, y el mango se destaca entre las más importantes.
En el estudio se hizo un plan de acción, que se mantiene en el Mida para su ejecución desde el gobierno pasado, pero aún espera que se ponga en práctica.
Mientras tanto, la fruta silvestre que crece sola hasta en las carreteras y parques, se sigue perdiendo, puesto que no tiene la calidad y cuidado para ser exportada.
De hecho, el Mida no contabiliza toda esta producción que se desperdicia y que se le ofrece al ganado como comida.
Sin embargo, según los registros, existe un cultivo de aproximadamente 80 hectáreas que producen 200 toneladas de magos y que se consumen a nivel local.
La mayor producción está en Veraguas y en el arco seco, que incluye Herrera, Coclé y Los Santos.
Mientras tanto, en el centro de investigación y validación “La Montuna” se trabaja en darle el valor agregado a esta y otras frutas que se pierden en el país.
A la vez se estudian las variedades en conjunto con el Instituto de Desarrollo Agropecuario, puesto que se desea traer un mango de alta genética de Florida, Estados Unidos.
La meta del país es poder competir a nivel internacional con esta fruta, pero tomará por lo menos cinco años poder hacerlo en cantidades similares a las del resto de las naciones.
Esto, debido a que un árbol demora cuatro años para que comience a dar frutos, pero según los estudios, es a partir del quinto o sexto año cuando la producción tiene capacidad de comercialización.





