El grupo asegurador español Mapfre ha iniciado un "ambicioso" plan de expansión en Argentina que le llevará a abrir 280 nuevas sucursales en el país hasta 2007, un proceso en el que invertirá 5.1 millones de dólares.
El presidente de Mapfre Argentina, Diego Sobrini, declaró que su compañía ha tenido siempre "vocación de permanecer a largo plazo" en el país, un compromiso en el que va a profundizar en los tres próximos años al aumentar 130% de su red de sucursales, que ascenderá a 500 al finalizar ese período, frente a las 220 con las que cuenta en la actualidad.
La aseguradora tiene previsto aumentar especialmente su presencia en aquellas provincias con más expectativas de crecimiento y de desarrollo del tejido empresarial, que, en su opinión, están situadas en "el corredor central" del país.
Sobrini, que citó a Buenos Aires, Santa Fe, Córdoba, San Juan, San Luis y Mendoza, entre las regiones donde más quiere crecer Mapfre, sostuvo que ese plan de expansión es solo "un primer hito" y que la aseguradora aspira a contar con "2 mil oficinas algún día", lo que supone un reto que solo es posible lograr con el apoyo.
"La vocación es estar en cada ciudad, en cada hogar y en cada empresa", declaró el presidente de Mapfre Argentina, quien insistió en que, para lograr ese propósito, es necesario estar "físicamente" cerca, lo que solo puede lograrse, a su juicio, con la implantación de una oficina.
Sobrini también anunció que Mapfre Argentina espera cerrar este año con un resultado de 29.9 millones de dólares, lo que representa 30% más que en 2004.
En cuanto a la facturación, Sobrini quiere que pase de los 55 millones de dólares que se obtuvieron en 2004 a más de 240 millones de dólares a finales de este año, lo que permitiría mejorar ligeramente el crecimiento del sector y cumplir su objetivo de situar la cuota de mercado de Mapfre en el 7.5%, frente al 6.5% actual.
En cuanto a la posibilidad de comprar otras compañías para acelerar el crecimiento de Mapfre Argentina, Sobrini se mostró tajante al asegurar que la compañía posee "una capacidad de crecimiento orgánico importante" que hace descartar de momento adquisiciones.
El alto ejecutivo se mostró poco partidario de estas operaciones, ya que "traen muchos dolores de cabeza al amalgamar la cultura de empresa", aunque también insistió en que en el país no existen "grandes oportunidades".
