El superávit comercial de China alcanzó en agosto su segunda actuación más destacada en lo que va del año, lo que empujará a Estados Unidos a exigir que Beijing afloje sus controles monetarios.
Las exportaciones se debilitaron como consecuencia del enfriamiento de la demanda global, mientras que aumentaron las importaciones, indicio de que la segunda economía del mundo podía haber sufrido una contracción menor a la pronosticada, indicaron las estadísticas gubernamentales.
El superávit comercial de 20 mil millones de dólares impulsará a Washington y otras naciones a exigir que Beijing afloje los controles que han mantenido artificialmente bajo el yuan, dando a los exportadores chinos una ventaja en los precios considerada injusta.
Los legisladores estadounidenses realizarán audiencias este mes y algunos han pedido ya sanciones ante la presión del electorado para que sean creados puestos de trabajo antes de los comicios de noviembre.
Las exportaciones de agosto se contrajeron 34.4% ante la misma fecha hace un año, ante 38.1% en julio, dijo la agencia aduanera china. Empero, el crecimiento exportador repuntó 35.2% frente al 22.7% del mes anterior.
Las importaciones ayudan a los fabricantes globales de maquinaria, mineral de hierro y otros bienes y sugieren que la desaceleración china se moderó tras caer el crecimiento económico del 11.9% en el primer trimestre al 10.3%.
Las exportaciones no alcanzaron los pronósticos, y reflejan la flojedad de los pedidos de los detallistas extranjeros para el período navideño.
El superávit comercial de julio decreció frente al de julio, marca en 18 meses, de 28 mil 700 millones de dólares, aunque aumentó 28% frente al del año anterior.

