La producción de tomate industrial en la provincia de Los Santos está en aprietos.
El ataque de la mosca blanca (Bemisia tabaci), una de las plagas más peligrosas para la agricultura del trópico y el subtrópico mermó la producción santeña en un 50%.
Esta plaga succiona la savia de las plantas y provoca su debilitamiento, la vuelve amarilla, la encrespa y ocasiona su defoliación.
En ataques intensos se producen síntomas de deshidratación, detención o disminución del crecimiento de la planta, manifestó Ricardo Castillo, técnico del Ministerio de Desarrollo Agropecuario (Mida).
La especie se adapta fácilmente a las plantas hospederas y a nuevas regiones geográficas, además sus biotipos se han identificado en diferentes áreas del mundo, lo cual sugiere que se trata de una especie compleja que cuando es sometida a estrés puede evolucionar.
El intenso calor de la estación seca en la región de Azuero conspiró a favor del insecto.
En la zona agrícola de la provincia de Los Santos 108 agricultores cultivan 160 hectáreas de tomate industrial y el ataque de la mosca blanca arruinó el 50% de las plantaciones, explicó Celestino Rivera, presidente de la Asociación de Productores de Tomate Industrial.
En una hectárea se siembran 37 mil plantas de tomate aproximadamente y se calcula una cosecha de mil 400 quintales, pero este año la cosecha se reducirá a la mitad por el ataque de la mosca blanca, pronosticó Rivera.
Las plantas están marchitas y perdieron sus hojas lo que redujo la floración. En plantas que en promedio producen 30 tomates (entre 5 y 7 libras) apenas se cosechan entre 2 y 3 tomates.
La cuota de venta pactada para el presente ciclo agrícola con la empresa Nestlé Panamá era de 12 mil toneladas métricas, pero los productores pronostican que la cosecha se fijará en 6 mil toneladas métricas.
Esta es la segunda vez que la mosca blanca causa estragos en la producción de tomate en el país. Los primeros brotes se registraron en 1992, dijo el técnico del Mida.
Detener la proliferación del insecto depende de buenas prácticas agrícolas. En las zonas de cultivos se recomienda sembrar barreras naturales vivas, como sorgo forrajero, colocar láminas amarillas con grasa o manteca y aplicar algunos productos químicos, indicó Castillo.
En la región santeña se utiliza con mayor frecuencia la variedad T9, aunque existen la T7 y T8.
La T9 proporciona frutos más grandes y los rendimientos por hectárea son mayores. Un tomate de la variedad T9 puede pesar una libra y producir más de mil quintales por hectárea, mientras que con las otras dos variedades se requieren hasta cuatro tomates para llegar a la libra.
El quintal de tomate industrial se venderá a 9 dólares y el Gobierno pagará un dólar por quintal a aquellos productores que cosechen más de mil por hectárea. En el ciclo anterior 67 agricultores de 97 que se dedicaron a sembrar tomate industrial cobraron el bono de productividad. El Estado desembolsó cerca de 300 mil dólares.
Agricultura en cifras
37 mil
Plantas de tomate industrial se siembran por hectárea en Los Santos.
108
Productores se dedican a la siembra de tomate en la región santeña.
20
De febrero se tiene programado que se inicie la cosecha de tomate industrial.
