Edith Castillo Duarteecastillo@prensa.comLos laboratorios españoles Normon, fabricantes del medicamento Lisinopril, al que las autoridades panameñas relacionaron con el síndrome letal que todavía se investiga, no han cuantificado todavía los perjuicios económicos que este incidente les ha causado.
El ministro de Salud, Camilo Alleyne, informó el lunes en la noche que todas las pruebas realizadas a este medicamento "no revelan ningún resultado adverso", razón por la cual la Comisión Interinstitucional que investiga el síndrome decidió suspender la medida de retiro provisional y preventivo que se había adoptado contra este producto.
"De esta forma, las autoridades panameñas reconocen la calidad de Lisinopril y dan la razón a Laboratorios Normon, que siempre ha insistido en que su producto no era el causante de esta situación al tratarse de un fármaco en perfectas condiciones", declaró ayer la empresa.
Ahora Normon espera que el propio ministro Alleyne ayude a minimizar los daños causados a la imagen de la empresa y del producto, y piden la colaboración del sector médico y farmacéutico y de los medios de comunicación.
En España, la Agencia de Medicamentos ya destacó públicamente la confiabilidad del producto.
La Prensa trató de conocer qué responderá el Minsa a la solicitud del laboratorio, pero las gestiones fueron infructuosas.
También solicitó a la CSS que precisara cuánto Lisinopril compra a Normon y detalles del contrato comercial que mantienen con esa empresa, pero las fuentes consultadas alegaron que no podían dar esa información porque no habían sido autorizados.
