Rusia completó ayer el vuelo inaugural de su nuevo avión de pasajeros MS-21 de mediano alcance, en su primera incursión en la aviación comercial desde el colapso de la Unión Soviética.
Rusia, presionada por las sanciones occidentales a raíz de su rol en la crisis de Ucrania, está tratando de reactivar la producción industrial doméstica para depender menos de las empresas extranjeras.
Moscú ha dicho previamente que el MS-21 es superior a sus pares occidentales en muchos aspectos y que será comprado tanto por empresas rusas como extranjeras.
En un anuncio sorpresivo, el fabricante Irkut Corporation y su empresa matriz, la estatal United Aircraft Corporation, dijeron que un modelo MS-21-300 había completado con éxito un vuelo de 30 minutos a una altura de mil metros y viajando a 300 kilómetros por hora.
“La misión de vuelo fue completada. El vuelo fue bueno; no hubo observaciones que impidan nuevas pruebas”, dijo el piloto de pruebas Oleg Kononenko.
El presidente Vladimir Putin llamó al director general de Irkut, Oleg Demchenko, para felicitarlo a él y a los empleados por lo que el Kremlin calificó como “un acontecimiento significativo”.
El avión bimotor se construirá en dos variantes: elMS-21-300, que tendrá entre 160 y 211 asientos; y el MS-21-200, que tendrá entre 130 y 165 asientos.
Se espera que la producción comience en los próximos dos años y los medios estatales han dicho que ya se han acordado numerosos contratos con compañías nacionales y extranjeras.
