China empieza a ser más receptiva a nuevos productos extranjeros hasta ahora desconocidos en el país, y parece llegar el momento adecuado para que bebidas latinoamericanas, como el tequila, el pisco y la cachaza, tengan presencia en ese prometedor mercado por la curiosidad juvenil.
Así se desprende de lo que explicaron productores y organizadores oficiales de los pabellones de países latinoamericanos que acudieron la semana pasada a la FHC 2012 de Shanghai, una de las ferias de alimentación y bebidas más importantes del continente asiático.
Los vinos, salsas típicas mexicanas y el café de alta calidad siguen la misma estrategia.
“China importa unos 700 millones de dólares de alcohol al año, con un crecimiento importante, y estamos tratando de abarcar más de lo que tenemos, aunque sea poco”, destacó Rodrigo Contreras, comisario comercial de ProMéxico en Shanghai.
