La Organización Mundial de la Salud (OMS) prevé despedir a 300 de sus trabajadores, sobre una plantilla de 2 mil 700, en 2006, una situación que ha causado enfrentamiento con los sindicatos que acusan a la agencia de la ONU de adoptar "medidas arbitrarias" y de "falta de transparencia", se informó ayer.
Los sindicatos denuncian a la dirección de personal de esa agencia especializada de Naciones Unidas, con sede en Ginebra, de "arbitrariedad", según publicó ayer el diario La Tribune de Genéve.
"Reconocemos que hay una urgente necesidad de reestructurar esta casa y que hay empleos que deben suprimirse, pero la manera en que se hace es algo nunca visto en el sistema de Naciones Unidas", declaró a ese diario la presidenta del comité de personal de la OMS, Gisele Laliberté.
En Ginebra, además de estar la sede de la ONU en Europa, se ubican sus agencias especializadas, como son la OMS, el Alto Comisariado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, para los Refugiados o la Organización Internacional del Trabajo, entre otras, y que dan empleo a más de 10 mil personas, según informó el diario.