El ministro ecuatoriano de Electricidad y Energía Renovable, Alecksey Mosquera, consideró ayer que la empresa brasileña Odebrecht, amenazada de expulsión del país por fallos estructurales en una central hidroeléctrica a su cargo, ha reaccionado “de buena forma” ante la situación.
“Creo que la empresa Odebrecht ha reaccionado de buena forma, está negociando, está encontrando los puntos comunes”, dijo Mosquera al canal local Teleamazonas, en referencia al diálogo que mantiene con el Gobierno.
Reiteró que el próximo 4 de octubre es la fecha tope para que Odebrecht solucione los problemas en la central hidroeléctrica San Francisco, situada en la Amazonía ecuatoriana, y que está paralizada desde el pasado 6 de junio.
Desde el pasado 10 de septiembre, unos 70 militares custodian las instalaciones de la hidroeléctrica San Francisco.
La militarización ocurrió un día después de que el presidente del Fondo de Solidaridad, Jorge Glass, amenazara con echar a Odebrecht por fallos estructurales en la planta tras cumplirse “el ultimátum” del Gobierno para que se hiciera responsable por los daños y por la paralización de la infraestructura.
Glass dijo la semana pasada que “si Odebrecht de inmediato no acoge todas y cada una de las exigencias, que no son una dádiva, son unas exigencias de la República de 13 millones de ecuatorianos, que se preparen para largarse del país”.
El Gobierno de Ecuador le exige reparar los daños estructurales que detectaron técnicos ecuatorianos en el túnel de conducción de 11 kilómetros de longitud.
