LONDRES, Gran Bretaña. (EFE). El Gobierno británico ofreció ayer unos 56 millones de dólares a las aerolíneas del país en ayuda para superar la crisis del sector, acentuada por los atentados del 11 de septiembre en Nueva York y Washington.
El programa de apoyo fue anunciado por el ministro británico de Transporte, Stephen Byers, quien explicó que con esta decisión espera responder a las peticiones de numerosos diputados, de las propias aerolíneas y de los sindicados.
El ministro destacó que se trata de una medida "excepcional" para ayudar al sector de la aviación civil en un periodo de declive de pasajeros en los vuelos transatlánticos entre el Reino Unido y Estados Unidos y, consecuentemente, de reducción de los ingresos.
"Acepto que las circunstancias, que son una consecuencia tanto de los ataques terroristas como de las decisiones posteriores que afectan al espacio aéreo, son excepcionales, y por esa razón merecen un trato excepcional", declaró Byers.
Se trata de una "ayuda a las aerolíneas en un periodo en que el número de pasajeros en los vuelos entre el Reino Unido y Estados Unidos y los ingresos están aún muy por debajo de los niveles de antes del 11 de septiembre", declaró el ministro.
Byers destacó que esta ayuda no debe distorsionar la competencia o evitar a las aerolíneas que tomen las medidas necesarias para afrontar el cambio de condiciones en el mercado.
Una vez establecida la ayuda y las condiciones para obtenerla, el Gobierno de EU invitó a las compañías aéreas a presentar sus solicitudes para acceder a estas compensaciones.
Luego de los atentados del 11 de septiembre, también las principales aerolíneas latinoamericanas advirtieron de que peligran unos 18 mil empleos directos del sector, por los efectos que han causado los atentados en Estados Unidos y reclamaron ayudas estatales para superar la crisis.
Destacaron que se han visto afectadas por una caída en la demanda de sus servicios.
