La economía británica terminó el tercer trimestre con una nota ambivalente, según cifras difundidas. La producción industrial creció 0.7% en septiembre, por encima de lo pronosticado, ya que aumentó la productividad en la mayor parte de los sectores manufactureros, dijo la Oficina Nacional de Estadísticas (ONS por la sigla en inglés).
Pero la construcción experimentó la mayor declinación en 18 meses y no bastó una reducción del déficit comercial para impedir que la caída se profundizara en el tercer trimestre.
Los informes presentan un trimestre en el cual el crecimiento económico tuvo un leve repunte de 0.4%, un nivel que permanece por debajo del promedio anterior al referéndum sobre el brexit, en tanto la incertidumbre política y la inflación afectan el gasto en consumo.
El Banco de Inglaterra (BOE por la sigla en inglés) subió de todos modos las tasas de interés la semana pasada por primera vez en más de 10 años y dijo que la rapidez con que puede crecer la economía sin alimentar la inflación ha declinado.
El avance de 0.7% experimentado por la manufactura en septiembre representa el quinto aumento consecutivo y más del doble de los pronósticos del mercado. Diez de cada 13 sectores fabriles registraron incrementos.
La producción industrial total también se vio impulsada por una mayor producción de gas y petróleo. La construcción se contrajo 1.6% respecto de agosto, la mayor caída desde marzo del año pasado. Eso significa que la producción industrial creció 1.1% en el tercer trimestre, algo más rápido que el 1% estimado en los datos del producto interno bruto (PIB) el mes pasado. La construcción se contrajo por segundo trimestre consecutivo y la declinación de 0.9% superó la estimación inicial de 0.7%.
