OPINIÓN. Suze Orman, gurú estadounidense de las finanzas personales, dice que "la fortuna es como construir una pared de ladrillos. Se pone un ladrillo encima de otro y se asegura que la pared esté firme antes de poner otro". Así mismo es el proceso del ahorro, porque para lograr que sea la base de nuestra fortuna, es necesario lograr un paso, antes de continuar con el siguiente. Para tomar en cuenta cuáles son los pasos, debemos primero aprender, no abstenerte de muchas cosas; sino a priorizar el uso de tu dinero y administrarlo apropiadamente.
Para esto, una vez has definido lo que vas a ahorrar y cómo lo vas a hacer; debes identificar qué harás con ese dinero.Hay distintos productos de ahorro que ofrecen los bancos. Para utilizarlos debes tener en cuenta dos factores: la disponibilidad del dinero y la tasa de interés que te pagan. Los productos más comunes son: cuenta corriente, cuenta de ahorro y depósito a plazo.La cuenta corriente es una cuenta que no paga intereses y los bancos te permiten manejar los gastos regulares utilizando cheques y tarjetas de débito. Solo te exigen un monto mínimo para mantener la cuenta abierta que fluctúa de banco en banco.
La cuenta de ahorros sí paga intereses aunque bajos, pero te permite depositar tus ahorros y tenerlos disponibles.El depósito a plazo en cambio, es la forma de ahorrar que da mayor rendimiento; pero para esto, entregas tu dinero al banco y te comprometes a no retirarlo hasta el vencimiento del plazo. Este puede ser de 1 mes a 5 años, con un mínimo de 10 mil dólares para abrir el depósito a plazo.
La autora es gerente general de la Asociación Panameña de Crédito.
