OPINIÓN. En México, las empresas productoras de pan integral no informan lo suficiente sobre su principal ingrediente: la harina de trigo integral. El asunto lo hemos llevado como denuncia ante la autoridad competente, la Procuraduría Federal de Protección al Consumidor de México.Por lo que veo, la norma en Panamá es muy permisiva, ya que permite que se llame pan integral a aquel que contenga como mínimo 6% de harina de trigo integral. Consideramos que allá existe el mismo problema que en México. Las normas en los dos países van en contra del sentido común y atentan contra la salud. Ese 6% es una cantidad mínima. El asunto es preocupante, ya que los efectos en el organismo de un pan con harina refinada y otro con harina integral son diametralmente opuestos. Muchos consumidores (aquellos con sobrepeso, obesidad, diabetes, enfermedades del corazón, por ejemplo) no saben qué están consumiendo, a pesar de que se les recomienda, por prescripción médica, el consumo de cereales integrales y, por lo tanto, de productos elaborados con harina integral.
El autor es presidente de la asociación El Poder del Consumidor de México.
