El Banco de Japón (BoJ) reconoció al término de su reunión mensual de dos días, que los países emergentes han ralentizado su crecimiento, lo que golpea negativamente a las manufacturas y exportaciones de la tercera economía mundial.
“La economía nipona continúa recuperándose moderadamente, pese a que la producción y las exportaciones -que se mantienen planas- se están viendo afectadas por la ralentización de las economías emergentes”, explica el texto publicado al término del encuentro.
Dicha ralentización afecta especialmente en lo referente a China, mayor socio comercial de Japón y principal actor regional cuyos indicadores macroeconómicos preocupan a los analistas globales desde mediados de este año.
La entidad mantuvo además su programa de compra masiva de activos activado en la primavera de 2013 con la intención de lograr una inflación del 2% en torno a este año para acabar así con dos décadas de deflación.
