La peor recesión de Rusia en este siglo puede haber acabado. ¿Y ahora qué?
Las perspectivas económicas son tan sombrías que la pregunta sobre si finalmente salió de una recesión técnica --definida como al menos dos trimestres consecutivos de contracción-- puede ser discutible.
El crecimiento corregido de efectos estacionales del producto interno bruto (PIB) durante el tercer trimestre fue estimado en cerca de cero por el banco central.
El Ministerio de Economía informó que el PIB registró una escasa expansión del 0.1% en comparación a los tres meses previos, lo que pone fin a un periodo de declives que según el banco estatal de desarrollo Vnesheconombank duró ocho trimestres.
El exiguo crecimiento puede ser una señal de lo que está por venir: los precios del petróleo tendrían que subir más de un 40% y llegar a 70 dólares el barril para que los economistas reconsideren sus pronósticos para el PIB y la inflación de 2017, según 14 de 23 analistas entrevistados por Bloomberg.
Con pocas posibilidades de recibir un impulso del petróleo, las opciones son limitadas. Con un déficit de presupuesto que ya es el mayor en una década, el Gobierno no puede aumentar el gasto, mientras que el banco central se ha comprometido a mantener las tasas de interés por el resto del año para cumplir su meta de inflación para el 2017.
La expectativas sobre el crecimiento económico para el próximo año son más bien modestas, dijo Ekaterina Vlasova, exfuncionaria del banco central, quien ahora se desempeña como economista de Citigroup Inc., en Moscú, y que también estima que Rusia está técnicamente fuera de una recesión. El proceso será relativamente largo y no hay motivos para esperar que se repita una situación como la ocurrida después de las crisis de 1998 y 2008, cuando la economía se recuperó rápidamente, indicó.

